Los ponentes de la tercera sesión del Foro señalaron las ventajas del futuro acuerdo para los dos bloques
Los avances en las negociaciones del acuerdo comercial entre la Unión Europea y Mercosur fueron el tema principal de la tercera sesión del Foro España-Brasil. Todos los ponentes se mostraron a favor del libre comercio internacional para favorecer el crecimiento económico, si bien reconocieron que la globalización conllevará una serie de problemas que será necesario afrontar.
Ejerció de moderadora la coordinadora del Centro do Comercio Global e do Investimento, Vera Thortensen, quien fue desgranando una serie de cuestiones relacionadas con el tema de la mesa a los participantes en la misma. El primero en intervenir fue el ex presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, quien recordó que ya durante su etapa en el Gobierno durante los años 90 el mundo se encontraba “en un proceso de integración de las economías internacionales” y Brasil trataba de “aumentar las redes de comercialización y abrir posibilidades de inversión recíproca”.
A pesar de que se produjeron acuerdos importantes como el de Mercosur, “nunca logramos hacer lo que hizo Europa en el 93: una integración mucho más profunda que logró que los procesos productivos se expandiesen geográficamente”.
Para el ex presidente brasileño, por tanto, los actuales avances en las negociaciones UE-Mercosur son prometedores. “La cooperación de la UE, desde el punto de vista de Brasil y Mercosur, es siempre positiva. Esto abriría a Europa un nuevo espacio, una parte de América que está fascinada con el tratado del Pacífico”.
Por parte de España, como señaló el presidente de la Cámara de Comercio, José Luis Bonet, el interés por este acuerdo es muy grande “porque debido a la cercanía cultural que tiene con Iberoamérica, está en el eje de este asunto. Por tanto, es importante que ayudemos a que se materialice cuanto antes”. De la misma opinión es el sector empresarial, para el cual el acuerdo UE-Mercosur es también “una muy buena oportunidad”, según afirmó el vicepresidente de CEOE, Joaquín Gay de Montellá, quien añadió que tanto la CEOE como Business Europe se han comprometido a apoyar el avance de las negociaciones.
“Lo único que va a traer un acuerdo de este calibre es una generación de riqueza y de empleo. Una mejora en los dos lados del Atlántico”, aseguró la secretaria de Estado de Comercio española. María Luisa Poncela indicó que los sectores que negocian actualmente la UE y Mercosur “son sectores de interés mutuo” y beneficiarán tanto a las empresas como a los consumidores.
La Secretaria de Estado señaló que las voces proteccionistas que surgen esporádicamente se deben a que “cuando se ponen a competir sectores se ponen en evidencia sus ineficiencias”. Por ello, acuerdos de este tipo deben llevar ligadas políticas de redistribución e empleo y de apoyo a la competitividad.
Precisamente la destrucción de empleo es una de las principales preocupaciones actuales. Para el presidente de Banco Santander en Brasil, Sergio Rial, la revolución tecnológica está provocando “una oleada de desempleo en la que la mano de obra menos cualificada corre el riesgo de volverse desempleada permanentemente”.
Ante este nuevo desafío estructural, Sergio Rial considera que las pequeñas y medianas empresas tendrán un papel fundamental, ya que generarán la mayoría de nuevos empleos. A este respecto señaló la necesidad de que los bancos en Brasil ayuden a “que las pymes brasileñas puedan establecer alianzas, especialmente con Europa”. La internacionalización de las empresas brasileñas será clave para la economía del país, como lo fue para la superación de la crisis en España, según Gay de Montellá. Para María Luisa Poncela las nuevas tecnologías “están facilitando el acceso de las pymes a mercados remotos”, por lo que es fundamental que se incorporen al mundo digital.
En este contexto, según el embajador de la UE en Brasil, Joao Cravinho, los acuerdos comerciales internacionales cumplen una importante función, aportar estabilidad económica “que nos permita pensar en profundidad sobre los problemas a los que nos vamos a enfrentar en el futuro”. Para el embajador europeo el primer objetivo del acuerdo UE-Mercosur sería bajar los aranceles, al estilo de los acuerdos tradicionales. Pero también se deben tener en cuenta otros aspectos como “los estándares digitales, 5G… toda esa problemática no entra en las negociaciones actuales, pero la intensificación de las negociaciones abre las puertas para un trabajo posterior más acorde con el siglo XXI”.
El Secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Fernando García Casas, incidió igualmente en la necesidad de formar parte de esta nueva fase de la economía mundial. Recordó que tanto España como buena parte de Iberoamérica perdieron revoluciones industriales pasadas. “Mejor no perder ésta”, aseguró. Para ello, señaló como necesidad fundamental continuar “nuestra agenda de reformas institucionales, de atracción de capital privado, de mejora de las infraestructuras, de creación de climas de negocios positivos”. En un mundo globalizado, añadió, la clave del éxito es la educación.
Para el Secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, “la señal más potente que podríamos dar a la comunidad internacional sería avanzar en los nuevos acuerdos Chile-UE, México-UE y conseguir que el acuerdo con Mercosur sea una realidad. Si nos presentamos a finales de octubre con un gran balance en la cumbre UE-América Latina, con estos dossieres avanzados, será la mejor contribución que podemos hacer a una globalización humana y a dos regiones que apuestan por el multilateralismo. Esa es nuestra tarea”.
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