El reportero especial de Economía de Brasil Económico desgrana sus impresiones sobre España tras participar en el Programa Líderes Brasileños | Resumen ejecutivo
La primera edición del Programa Líderes Brasileños, organizada por la Fundación Consejo España-Brasil en noviembre de 2014, trajo a nuestro país a destacadas personalidades brasileñas en el campo del periodismo para darles a conocer la realidad socioeconómica y cultural de España. La Fundación Consejo, en su activa política de comunicación, viene publicando mensualmente entrevistas con algunos de sus participantes.
Nicola Pamplona, reportero especial de Economía de Brasil Económico se graduó en periodismo en 1997 por la Universidad Federal de Juiz de Fora y comenzó su carrera en la ya extinta Gazeta Mercantil, con la cobertura especializada en el sector energético. En 2001 fue contratado por el diario Estado de São Paulo, donde recibió tres premios, dos de la Organización Nacional de la Industria del Petróleo y uno de la empresa eléctrica brasileña CPFL Energia.
Diez años después recibió la propuesta de asumir el área de relaciones públicas de Transpetro, subsidiaria de Petrobras, donde vivió la otra cara de la actividad periodística y conoció de cerca el funcionamiento de una empresa de gran tamaño. Finalmente, en el año 2013 fichó por el diario Brasil Económico para participar en el proyecto de reestructuración del periódico, que cambió su sede a Río de Janeiro y también modificó su visión editorial. Desde entonces ejerce de reportero especial, escribiendo regularmente sobre energía, macroeconomía, medio ambiente y negocios.
¿Cuál era la imagen de España que tenía antes de visitarlo durante el Programa Líderes?
Había estado una vez, por lo que mantenía una imagen de un país como potencia turística, con un gran éxito de visitantes venidos de todas partes. Aunque también tenía una visión de España como un actor un tanto imperialista económicamente hablando, en cuanto a la política y estrategia de las empresas españolas en América Latina.
¿Y cuál está siendo su percepción del país durante la visita?
Ha cambiado completamente, era una visión un poco alejada. He podido comprobar que a pesar del contexto de crisis, es una economía fuerte, entre otras cosas, por sus infraestructuras.
¿Qué opinión le merecen estas infraestructuras?
Pues he podido comprobar cómo es un país muy preocupado con el desarrollo de las mismas, algo fácilmente apreciable en los desplazamientos que hemos realizado, en los túneles de las ciudades, sus calles… Un sistema muy bien planeado. Al menos es la impresión que nos dio al principio a mí y a mis compañeros, confirmado después con las visitas a las instituciones del Gobierno. En este sentido es muy diferente a Brasil, que carece de un sistema tan ordenado.
Desde su experiencia en la cobertura del sector energético brasileño, ¿qué le parece el sector español?
La verdad es que tenía bastante interés por conocerlo. En el encuentro con el ministro de Industria, José Manuel Soria, me sorprendió que no hablara de energías renovables como la eólica o la fotovoltaica, centrándose en el petróleo. Venía con la imagen del desarrollo por las renovables en España, pero he visto que la cuestión está quizás más enfocada a la seguridad que al medio ambiente. Probablemente por la crisis, porque se necesite abaratar los costes y por ello se buscan fuentes más baratas. Sobre las energías convencionales, en Brasil tenemos mucho petróleo, pero en cuanto a las no convencionales, la sociedad brasileña no está segura de que esta sea alternativa necesaria en este momento. Pero por otro lado, el ministro habló, cosa que me interesa en gran medida, sobre la importancia de la eficiencia energética vista por el Gobierno como una alternativa para reducir la huella medioambiental española, como vimos en los edificios de la Ciudad Financiera del Santander.
¿Cuáles son las áreas de inversión entre ambos países en materia de renovables?
En Brasil se está produciendo un gran crecimiento de la energía solar, duplicándose cada año. También es cierto que empezando desde un perfil muy bajo, pero las cifras están ahí. En España hay empresas fuertes como ACCIONA que están muy presentes en nuestro país, ampliando su cartera de inversión con resultados muy positivos. También hay mucho interés y búsqueda de nuevas alternativas por las energías renovables, entre las que empieza a hablarse de micro generación, que son las empresas o residencias generando su propia energía. Por todo ello, hoy en día existe una gran oportunidad de invertir en el sector energético para las compañías españolas a todos los niveles, desde grandes corporaciones hasta empresas más pequeñas.
¿Cómo pueden las relaciones bilaterales entre España y Brasil facilitar este objetivo?
Desde mi experiencia, no veo al Gobierno español en Brasil. Veo a las empresas españolas pero no puedo recordar visitas oficiales o institucionales para impulsar estas oportunidades. No parece que haya una sólida apuesta por una estrategia de acercamiento. Si queremos que estas relaciones vayan a más, debería existir más presencia, porque de momento es casi totalmente empresarial.
El periodismo vive desde hace unos años un cambio de paradigma que está obligando a la industria a reflexionar sobre su papel. Usted participó en la reestructuración del diario Brasil Económico. ¿Cómo vive esta situación la prensa en Brasil?
Estamos aprendiendo todavía. Los periódicos están probando tecnologías como los ‘paywalls’, que establecen un límite de accesos por mes y después es necesario pagar. Éste es un importante paso para su supervivencia pero no tengo claro que sea suficiente. Las plataformas digitales han dado lugar a nuevos medios que cada vez atraen a un mayor número de lectores, pero las grandes empresas están sufriendo la situación con despidos de periodistas. La publicidad cae y nos enfrentamos a situación grave, aunque yo tengo mis propias ideas, que no necesariamente son las corrientes mayoritarias en Brasil. Creo que el periodismo impreso no va a acabar sino que va a alcanzar un papel mucho más analítico y de investigación, alejándose de las noticias de actualidad que pueden encontrarse en cualquier lugar de internet. Análisis, investigación y opinión, mucha opinión. Algo que está muy lejos de la corriente de los medios tradicionales, que siguen incorporando como titulares del día las noticias de ayer. Pero cada medio tiene que encontrar su valor de diferenciación.
En su opinión, ¿cuál ha de ser el camino de un medio de comunicación para contribuir a la mejora de un país?
Eligiendo los temas concretos. En nuestro periódico, por ejemplo, tenemos especial interés por las renovables, y no tenemos ningún problema para publicar todo lo que veamos ya que creemos en la calidad de estas informaciones. Al final, según mi opinión, la labor de todo periodista y todo periódico ha de ser fiscalizar la gestión del Gobierno. Es una idea, ser más positivos que críticos, proponer más que criticar, porque pienso que ya hay muchos medios críticos en la industria. ¿Para qué uno más? Queremos proponer alternativas escuchando a la gente que sabe de energía, economía y otras cuestiones para que nos aporten caminos nuevos. Porque la critica la hacen otros y la hacen muy bien (risas).
¿Cuáles son las noticias que le llegan a la sociedad brasileña sobre España?
Pienso que un poco parecidas a lo que he dicho antes que era la imagen que tenía yo. País turístico con buena comida. Es una imagen positiva pero simple, no hay gran conocimiento. Brasil es un país tan grande que lo normal es que la gente esté muy enfocada en sus propios problemas y más en la población que vive en el interior del país, que no tienen mucho conocimiento del exterior.
Las empresas españolas miran hacia Brasil como punta de lanza de su estrategia exterior. ¿De qué manera podría impulsarse que las brasileñas estuvieran más presentes en España?
A través de foros ejecutivos, ferias de negocio de los sectores, etc. Para la población en general, desarrollaría programas de promoción del turismo. Yo vendría de turismo con mi familia. Es una apuesta.
¿Qué valoración hace del Programa Líderes Brasileños?
La agenda es muy buena, completa e intensa. Las personas y las entidades que estamos visitando durante la semana me resultan de gran interés por su experiencia en el sector, la forma que tienen de explicarlo y su alta predisposición al debate y a la reflexión. Si tuviera que destacar una actividad, ésta sería el desayuno de trabajo con la secretaria de Estado de Comunicación en el Palacio de Moncloa, donde pude conocer cómo funciona el aparato del Estado en cuanto a la relación con la prensa y los medios de comunicación. También destacaría la visita al Ministerio de Fomento. En definitiva, es una agenda cargada de trabajo y bien organizada.
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