Entrevista a Antonio Augusto Anastasia, senador por el estado de Minas Gerais
Tras la buena acogida de su primera convocatoria, la II Edición del Programa Líderes Brasileños, organizada por la Fundación Consejo España-Brasil en noviembre de 2015 en Madrid y Bruselas, trajo a un selecto grupo de políticos y periodistas brasileños de perfil alto para conocer de cerca la realidad española y europea. La Fundación Consejo publica mensualmente entrevistas con algunos de sus participantes.
El senador Antonio Augusto Anastasia, nacido en Belo Horizonte en 1961, es Licenciado en Derecho por la Universidad Federal de Minas Gerais. Sirvió en el gobierno de este estado brasileño como subsecretario de Estado de Planificación y Coordinación general, Secretario de Estado de Cultura, de Recursos Humanos y Administración, y también como presidente de la Fundación Joao Pinheiro. Fue también secretario de Estado de Planificación y Administración y secretario de Estado de Defensa Social. Fue vicegobernador de Minas Gerais entre 2007 y 2010, y desde de ese año hasta abril de 2014 ocupó el cargo de gobernador.
A nivel federal ocupó los cargos de secretario ejecutivo de los ministerios de Trabajo y Justicia. En 2014 fue elegido senador por el estado de Minas Gerais.
¿Había estado ya antes en España antes de esta visita? ¿Ha visto muchas diferencias a lo largo del tiempo?
La primera vez que visité España fue como turista, hace muchos años. Después volví otras veces. Pero la última vez que estuve, en 2013, hace poco, fue en visita oficial, como gobernador, en un evento llamado Madrid Fusión, en el que mi estado (Minas Gerais) fue homenajeado. Lo que percibí es que había habido muchos cambios, pero vi también un país más optimista.
Desde su trabajo, primero como gobernador de Minas Gerais y ahora como senador, ¿cómo ha vivido la relación entre España y Brasil?
Muy bien. Brasil conoce poco la fuerza económica de España. Se conoce mucho su cultura, la lengua, el fútbol, las tradiciones... Pero la potencia económica española y las grandes inversiones hechas en Brasil son poco conocidas. Pocos saben que España es uno de los principales inversores del mundo en Brasil. Todo el mundo piensa en Estados Unidos, Alemania, Francia... pero desconocen las grandes inversiones españolas. Como gobernador de Minas y como senador sí tengo conocimiento de eso.
Siempre he procurado facilitar las buenas relaciones. Los gobiernos de los estados tenemos muchos contactos, hablamos con empresas españolas interesadas, y también en el Senado. Incluso recientemente, como miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores, estuve en la audiencia para la elección del nuevo embajador de Brasil en España, que se encuentra ahora mismo aquí (Antonio Simões) y hablamos largo y tendido de esas posibilidades de colaboración entre la economía española y la brasileña.
Brasil y España tienen una historia quizá no común, pero sí paralela, junto con Portugal. ¿Cree que estas raíces compartidas suponen actualmente una ventaja o un inconveniente?
Creo que son una ventaja. Tenemos raíces culturales muy parecidas, la formación de los pueblos ha sido muy convergente. Uno de los actores económicos principales actualmente, China, tiene un perfil cultural y de comportamiento muy diferente de nosotros. España, Europa occidental, Brasil, América Latina... estamos mucho más cercanos. A mi juicio, debemos fomentar, estimular esas convergencias y formar un fuerte bloque económico.
¿Cómo calificaría las relaciones transatlánticas entre los países iberoamericanos por un lado y España y Portugal por otro?
Hay buenas relaciones culturales y políticas, pero la relación económica no es tan fuerte, a pesar de las inversiones. El comercio bilateral puede ser mucho mayor. Se dan las condiciones para avanzar positivamente en esa gestión estratégica. Con el nuevo modelo de acuerdo transpacífico la relación transatlántica puede funcionar como un contrapunto que ayude al crecimiento de las economías de América Latina y las ibéricas.
Usted fue uno de los encargados de implementar el "Choque de Gestión" en Minas Gerais. Ahora que han pasado unos años desde entonces, ¿cuál es su opinión sobre dicho plan?
Es muy positivo. El Choque de Gestión fue un conjunto de medidas administrativas para hacer un ajuste fiscal en el estado de Minas Gerais. Similar a como se hizo en España recientemente. Lo realizamos en Minas en 2003, hace doce años, con el objetivo de establecer para la Administración del Estado criterios e instrumentos de eficiencia y de resultados, y aplicar también nuevas metodologías gerenciales para dar más agilidad a la máquina del estado.
Estas medidas, ¿se podrían trasladar a otros países?
Sí, de hecho fuimos socios del Banco Mundial, que nos facilitó recursos financieros mediante préstamos, teniendo como contrapartida los modelos de gestión. Ese estilo de administración que adoptamos en Minas y que sirvió de modelo para otros estados brasileños, fue incorporado por el Banco Mundial para permitir que otros países lo conociesen. Claro que cada país, cada estado, tiene su propia realidad y no hay una receta igual para todos, pero pueden aplicarse los mismos principios adaptándolos a cada uno.
¿Qué efecto cree que pueden tener instituciones como la Fundación Consejo España-Brasil a la hora de fomentar las relaciones entre estos dos países?
Creo que es muy importante. Primero, para aumentar el conocimiento de la gente. En Brasil ni los hombres de negocios ni los líderes políticos conciben la dimensión de la fuerza económica española en Brasil ni sus posibilidades, especialmente en infraestructuras y energía, sectores en los que España tiene mucha tradición y Brasil necesita avanzar bastante. Instituciones como la Fundación Consejo España-Brasil permiten estimular ese tipo de cooperación, incrementar el conocimiento mutuo y crear nuevas oportunidades para hacer negocios.
¿Qué cree que se va a llevar a Brasil después de esta semana?
En primer lugar, una gran riqueza de información. Especialmente en lo referente a la Unión Europea. Para nosotros los brasileños es muy importante reforzar las relaciones con los Estados Unidos y con la Unión Europea. El papel de España en la Unión Europea es muy importante. La agenda de este programa nos permite contactar con personas muy bien situadas, protagonistas importantes de las políticas públicas, especialmente económicas. Es un intercambio de experiencias muy valioso.
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